Maryland se prepara para una votación crucial que podría tener un impacto significativo en los derechos reproductivos de sus ciudadanos. El próximo mes, los votantes de Maryland tendrán la oportunidad de decidir si la libertad reproductiva se consagrará como un derecho constitucional en el estado.
La medida de votación surge en un contexto nacional de gran sensibilidad, luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara la histórica decisión de Roe v. Wade, que garantizaba el derecho al aborto a nivel federal. La propuesta en Maryland busca fortalecer la protección de la libertad reproductiva en el estado, asegurando que las decisiones relacionadas con la prevención, continuación o finalización del embarazo sean tomadas por la persona en cuestión y su médico.
Erin Bradley, presidenta de Freedom in Reproduction Maryland, destaca la importancia de la medida, señalando que busca proteger un derecho fundamental que podría verse amenazado por la decisión de la Corte Suprema.
Un sondeo reciente realizado por la Universidad de Maryland, condado Baltimore, reveló que aproximadamente el 69% de los votantes del estado apoyan la medida.
Sin embargo, la propuesta ha generado controversia, con grupos como Health Not Harm MD expresando su preocupación por la redacción de la enmienda. Este grupo asegura que la redacción de la medida no es específica y teme que pueda interpretarse como una autorización para la realización de cirugías transgénero en menores sin el consentimiento de sus padres.
En respuesta a estas preocupaciones, los activistas de los derechos reproductivos sostienen que las leyes de Maryland no cambiarían y que los menores tendrían que notificar a sus padres en caso de desear practicar un aborto. Además, afirman que la medida electoral no se refiere a las cirugías transgénero.
El debate sobre la medida electoral en Maryland refleja la compleja realidad de la política reproductiva en Estados Unidos, donde los derechos de las mujeres y las comunidades LGBTQ+ siguen en la palestra pública.