El sector de la aviación atraviesa un momento turbulento. En lo que va del año, cuatro aerolíneas han declarado quiebra, dejando a miles de pasajeros en la incertidumbre y con sus planes de viaje en el aire. La última en sumarse a esta lista es flyEgypt, una aerolínea con sede en Egipto, que el pasado 21 de octubre anunció su cierre.
La noticia tomó por sorpresa a muchos, quienes se preguntan si podrán recuperar el costo de sus boletos. FlyEgypt canceló todos sus vuelos desde los aeropuertos internacionales de El Cairo y Sharm el-Sheikh, dejando a miles de viajeros varados. La Autoridad de Aviación Civil de Egipto (ECAA) ha intervenido para bloquear la liquidación de la empresa, obligándola a gestionar sus deudas antes de avanzar hacia el proceso de quiebra.
Esta medida ha generado especulaciones sobre si flyEgypt está intentando evitar la obligación de reembolsar a sus pasajeros y agencias de viajes. La aerolínea enfrenta una deuda monumental con diversos acreedores, incluidos operadores turísticos de Alemania e Italia.
"Hasta el momento, se desconoce si la empresa regresará el costo de los boletos a los pasajeros y, de hacerlo, cuál será el proceso que los viajeros deberán seguir", comenta un experto del sector.
Plataformas como FlightAware y FlightRadar24 confirman la cancelación de todos los vuelos programados de flyEgypt. La falta de fondos para llevar a cabo reparaciones esenciales en su flota ha contribuido a su inminente colapso. Hasta septiembre de 2024, la aerolínea contaba con un solo avión arrendado, muy lejos de su mejor momento en el que operaba con nueve aeronaves.
Este no es un caso aislado. Air Malta, FlyArna y LIAT son otras aerolíneas que han sucumbido a la crisis, todas enfrentando problemas similares. La inestabilidad financiera de estas compañías revela un patrón alarmante en la industria aérea, donde los gastos operativos crecientes y una excesiva dependencia de arrendamientos han llevado a una gestión poco realista.