El expresidente Donald Trump, en su intento por recuperar la Casa Blanca, ha vuelto a encender la mecha de la controversia con una declaración que ha desatado la furia del bando demócrata.
El foco de atención se ha centrado en Wisconsin, un estado clave para la elección, donde Trump y la vicepresidenta Kamala Harris han realizado sendos mítines en un afán por captar el voto de los indecisos. Sin embargo, un comentario del magnate republicano ha desviado la atención de los temas tradicionales de la campaña: la economía, la seguridad nacional y la inmigración.
La polémica se desató cuando Trump aseguró que protegería a las mujeres “les guste o no”. Esta frase, que muchos interpretan como una muestra de paternalismo y falta de respeto hacia la autonomía de las mujeres, ha sido recibida con indignación por parte de la vicepresidenta Harris, quien ha calificado las palabras de Trump como "muy ofensivas".
En una conferencia de prensa celebrada en Madison, Wisconsin, Harris denunció que las declaraciones de Trump reflejan una falta de respeto hacia la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propias vidas y cuerpos. La candidata demócrata, quien ha basado parte de su campaña en la defensa de los derechos reproductivos y la autonomía femenina, ha calificado las palabras de Trump como un reflejo de su intención de no luchar por la libertad reproductiva femenina, un tema que ha cobrado relevancia desde que el Tribunal Supremo eliminara en 2022 las protecciones federales al aborto.
El posicionamiento de Trump respecto a las mujeres ha sido cuestionado a lo largo de los años, desde sus declaraciones misóginas en 2016, hasta la condena que recibió el año pasado tras ser encontrado responsable de abuso sexual en el caso de la columnista E. Jean Carroll.
La polémica se produce en un contexto donde el aborto se perfila como el tema decisivo para el 22% de los votantes, según un reciente sondeo de NBC.