La lucha contra estos grupos ha llevado a que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos, lo que ha desencadenado una serie de estrategias por parte de los criminales para evitar ser detectados.
Uno de los cambios más notables en la forma de operar del Tren de Aragua es la transformación en la forma en que los pandilleros se identifican. Tradicionalmente, los tatuajes eran una marca distintiva de su pertenencia a la organización, mostrando su rango y lealtad. Sin embargo, la presión de las autoridades ha hecho que los miembros de la banda busquen nuevas formas de camuflarse.
"Los pandilleros más antiguos sí portan algún tipo de tatuajes, como un tren o la silueta de Michael Jordan, pero los nuevos ya no", reveló Gilberto Loya, secretario de Seguridad de Chihuahua. Este cambio en la estrategia es especialmente evidente en los pandilleros más jóvenes, quienes evitan los símbolos tradicionales para pasar desapercibidos entre los migrantes que cruzan la frontera.
El Tren de Aragua ha encontrado un nuevo nicho en México, especialmente en la frontera norte. Su presencia se ha detectado en estados como Chihuahua, participando en el tráfico de migrantes, secuestros y extorsiones.
En respuesta a la creciente amenaza del Tren de Aragua, el gobierno de Texas lo declaró como una organización terrorista extranjera, lo que permitirá un enfoque más contundente en las operaciones policiales. El gobernador Greg Abbott anunció la creación de un grupo especial para identificar y arrestar a sus miembros, ofreciendo recompensas de hasta $5,000 dólares por información útil.