Durante una reunión con la bancada republicana del Congreso, insinuó la posibilidad de un tercer periodo en la Casa Blanca, algo que por ahora es prohibido por la Constitución.
En su encuentro con el presidente Joe Biden, Trump se comprometió a una transición de poder pacífica, sin mencionar que fue él quien violó esa práctica democrática en su primer periodo. Aunque, en una aparente contradicción, declaró que "aprecia mucho una transición tan fácil como sea posible". "¿No es bonito ganar?", exclamó Trump a los legisladores republicanos, recibiendo una ovación en respuesta.
Trump no ha perdido el tiempo en conformar su gabinete, y ha hecho algunos nombramientos que han causado sorpresa incluso dentro de su propio partido. El senador cubanoestadunidense de Florida, Marco Rubio, conocido por su postura crítica hacia Cuba, Venezuela y Andrés Manuel López Obrador, fue nombrado secretario de Estado. "Marco es un líder altamente respetado y una voz muy poderosa por la libertad", declaró Trump.
Sin embargo, uno de los nombramientos más controvertidos es el de Matt Gaetz, diputado ultra-derechista de Florida, como próximo Procurador General. Gaetz, quien fue investigado por acusaciones de tráfico sexual, tendrá la responsabilidad de "deshacerse de la corrupción sistémica en el Departamento de Justicia".
El presidente electo también sorprendió al nombrar a la ex diputada demócrata Tulsi Gabbard como Directora de Inteligencia Nacional. Gabbard, quien se ha unido al Partido Republicano, es una figura controvertida con una postura pro-Rusia y una visión anti-inmigrante.
La presencia de Elon Musk en el círculo íntimo de Trump sigue causando revuelo. Musk, dueño de Tesla, SpaceX y la plataforma X, ha sido nombrado como uno de los líderes del nuevo "Departamento de Eficiencia Gubernamental" creado por Trump.
Pero la elección más polémica ha sido la de Pete Hegseth, un veterano militar y comentarista de Fox News, como secretario de Defensa. Hegseth, quien ha sugerido despidos masivos en el Estado Mayor y la expulsión de personal gay, transgénero y mujeres de las fuerzas armadas, ha expresado abiertamente ideas extremistas en su libro "Cruzada Estadunidense", donde compara la lucha contra el islam con las cruzadas cristianas del siglo XII.
El presidente electo ha rodeado su círculo íntimo con figuras controvertidas y ultraderechistas, lo que sugiere un gobierno con una visión conservadora y agresiva, que podría tener un impacto significativo en la política interna y externa de Estados Unidos.