Un viaje en auto por las carreteras de Nuevo México se convirtió en una escena de horror. Un residente local que ofrecía un aventón a un desconocido llamado Cecil Villanueva experimentó un momento escalofriante que lo llevó a denunciar un hallazgo macabro. El encuentro inquietante comenzó con Villanueva cargando dos bolsas y haciendo declaraciones que alertaron al conductor, quien describió el momento como aterrador.
En un acto que no pudo evitar, Villanueva lanzó objetos desde el auto, algunos de los cuales parecían restos humanos. La policía, alertada por el residente, encontró fragmentos de huesos en el área donde las bolsas fueron arrojadas. La confirmación llegó con el análisis de un patólogo, quien determinó que los fragmentos pertenecían a un ser humano.
La investigación no se detuvo ahí. La policía también registró una casa donde Villanueva se hospedaba en Jal, Nuevo México. En ese lugar, el hallazgo fue aún más escalofriante: entre 10 y 20 cráneos humanos.
La policía ha establecido un vínculo directo con el caso de Angela McManes, una mujer desaparecida desde 2019. La última dirección conocida de McManes estaba cerca de la vivienda de Villanueva, lo que ha desatado una intensa búsqueda de respuestas por parte de las autoridades.
Las autoridades están trabajando arduamente para determinar la conexión entre los restos y McManes, además de investigar la posibilidad de que existan otras víctimas. El caso, sin duda, ha sacudido a la comunidad de Nuevo México, que espera con incertidumbre la resolución de este misterio escalofriante.