En un mensaje publicado en sus redes sociales, Mace afirmó: "Los hombres biológicos no deben estar en los espacios privados de las mujeres, punto." Esta declaración ha generado una ola de críticas por parte de políticos demócratas y defensores de los derechos LGTBQ+, quienes consideran que la medida es un ataque directo a la dignidad y derechos de McBride.
La congresista Becca Balint calificó la iniciativa como "una crueldad sin fin", mientras que Mark Pocan, jefe de la comisión sobre Igualdad del Congreso, la describió como "una medida patética que busca atraer la atención de Trump y los medios de comunicación". Ambos coinciden en que las personas transgénero son las que realmente sufren las consecuencias de tales acciones.
El líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, comentó que este es un tema que el Congreso no había tenido que abordar anteriormente y que se manejará con "cuidado y consenso entre los miembros".
La situación se torna aún más compleja en un clima donde los derechos de las personas transgénero han sido un tema candente en las recientes elecciones. McBride, quien ha sido reconocida por su papel pionero, ha expresado que su enfoque legislativo se centrará en cuestiones como el costo de las guarderías, la vivienda, la salud pública y el derecho al aborto, dejando claro que su agenda va más allá de la controversia actual.
En este escenario, la lucha por los derechos de las personas transgénero continúa, mientras las voces a favor y en contra se intensifican en un debate que refleja las divisiones profundas en la sociedad estadounidense.