Por primera vez desde el inicio de las hostilidades, Ucrania ha lanzado misiles de largo alcance, específicamente los ATACMS, contra objetivos en territorio ruso. Esta decisión fue autorizada recientemente por el gobierno de Joe Biden, permitiendo a Ucrania expandir su capacidad ofensiva más allá de las fronteras de su propio país.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que, a las 03:25 (00:25 GMT), se registró un ataque en la región de Bryansk, donde se utilizaron seis misiles balísticos. Según el comunicado, cinco de estos misiles fueron interceptados, mientras que uno resultó dañado, provocando un incendio en una instalación militar local. A pesar de la magnitud del ataque, se reportó que no hubo víctimas ni daños significativos.
Funcionarios estadounidenses corroboraron que los misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, fueron efectivamente lanzados contra objetivos rusos. En este contexto, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, expresó en una conferencia de prensa que este ataque es una clara señal de que Occidente busca escalar el conflicto. Lavrov advirtió que tal acción podría ser interpretada como una nueva fase de la guerra, lo que implicaría una respuesta contundente por parte de Rusia.
El ejército ucraniano, por su parte, confirmó el ataque a un depósito de municiones en Bryansk, aunque no especificó el tipo de misiles utilizados. Este ataque, que tuvo lugar a aproximadamente 100 kilómetros de la frontera, resultó en múltiples explosiones secundarias, evidenciando la efectividad del ataque.
En medio de este clima de tensión, el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó cambios en la doctrina nuclear de su país, estableciendo nuevas condiciones que podrían llevar al uso de su arsenal nuclear en caso de un ataque respaldado por una potencia nuclear. Esta decisión ha generado preocupación en el ámbito internacional, aunque el Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. no se mostró sorprendido por la actualización de la doctrina nuclear rusa.
Este acontecimiento se produce en un momento crítico, marcando 1,000 días desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania ha instado a sus aliados a intensificar el apoyo militar, enfatizando que la paz debe lograrse a través de la fuerza.
La situación sigue evolucionando, y las implicaciones de estos ataques podrían tener repercusiones significativas en la región y más allá. A medida que las tensiones aumentan, el mundo observa con atención los próximos movimientos de ambos países en este conflicto prolongado.