Un régimen alimentario radical fue la estrategia que eligió este joven para aumentar de peso y evitar el servicio militar. Según el fallo del tribunal, "consumió alimentos ricos en calorías, duplicó aproximadamente sus porciones de comida, se abstuvo de realizar trabajos físicamente exigentes y bebió grandes cantidades de agua justo antes de las mediciones para aumentar deliberadamente su peso". Su objetivo era alcanzar un índice de masa corporal clasificado como obeso, lo que le permitiría ser descartado del servicio activo.
El joven logró su objetivo y fue descartado del servicio activo en junio del año pasado después de pesar 102 kilogramos. Sin embargo, su plan no salió tan bien como esperaba. Fue sentenciado a un año de prisión, suspendido por dos años, por un tribunal de Seúl por violar la Ley de Servicio Militar del país.
La historia de este joven es solo un ejemplo de la medida en que algunos hombres están dispuestos a llegar para evitar el servicio militar en Corea del Sur. Desde la guerra de Corea, casi todos los hombres físicamente aptos deben servir en el Ejército durante al menos 18 meses para el momento en que alcanzan los 28 años de edad. Este requisito ha sido un tema polémico durante mucho tiempo, con cientos de objetores de conciencia encarcelados a lo largo de los años.
La Corte Constitucional dictaminó en 2018 que el Gobierno debe proporcionar funciones civiles alternativas para quienes se niegan a tomar las armas por razones religiosas o políticas. Sin embargo, el reclutamiento sigue siendo polémico, y muchos hombres se sienten discriminados por el hecho de que las mujeres estén exentas del servicio militar obligatorio.
En una encuesta de 2018, el 72% de los hombres coreanos de entre 20 y 30 años dijeron que pensaban que el reclutamiento era una forma de discriminación de género, y casi el 65% creía que las mujeres también deberían ser reclutadas. Casi el 83% dijo que era mejor eludir el servicio militar si era posible, y el 68% creía que era una pérdida de tiempo.