Aunque no se trata de una medida sin precedentes, la forma en que se ha llevado a cabo ha generado una gran preocupación entre los ciudadanos y los líderes políticos.
El presidente Yoon Suk Yeol ha sido objeto de críticas por su manejo de la situación. Según fuentes cercanas al gobierno, Yoon ha estado "luchando por mantener el control" en medio de una serie de escándalos que han afectado su popularidad. Sin embargo, su decisión de declarar la ley marcial ha sido vista como un golpe de Estado por muchos en la oposición.
La oposición ha presentado una moción para votar sobre la remoción de Yoon del cargo. Para que esto suceda, necesitarán el apoyo de dos tercios de los miembros del Parlamento. Aunque el partido de Yoon, el Partido del Poder Popular, tiene una mayoría en el Parlamento, la oposición confía en que algunos de sus miembros se unan a ellos para derrocar al presidente.
La situación en Corea del Sur es compleja y tiene implicaciones importantes para la región. Aunque el país ha sido un aliado clave de Estados Unidos en la región, la inestabilidad política puede afectar su relación con Washington. Sin embargo, los analistas creen que la situación no afectará la seguridad o la economía del país.
La reacción de los ciudadanos coreanos ha sido decisiva. A pesar de la ley marcial, muchos han salido a las calles para protestar contra la decisión de Yoon. Según Ji-Yeon Yuh, profesora de historia en la Universidad Northwestern, "los coreanos han respondido como lo han hecho durante décadas. Se han reunido en defensa de la democracia que sus padres, hijos, parientes, amigos y vecinos lucharon y murieron por".
La situación en Corea del Sur sigue siendo incierta. Aunque la oposición ha presentado una moción para remover a Yoon del cargo, todavía no se sabe qué sucederá en los próximos días. Lo que es seguro es que la política en Corea del Sur ha cambiado para siempre.