La ley en cuestión exige que la empresa matriz de TikTok, ByteDance, elimine sus vínculos con la plataforma o quede prohibida para mediados de enero. Esto ha generado un gran debate sobre la libertad de expresión y la seguridad nacional en Estados Unidos.
La Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia negó la petición de TikTok de anular la ley, argumentando que el gobierno actuó únicamente para proteger la libertad de expresión en Estados Unidos. "La Primera Enmienda existe para proteger la libertad de expresión en Estados Unidos", se lee en la opinión del tribunal, escrita por el juez Douglas Ginsburg. "Aquí, el Gobierno actuó únicamente para proteger esa libertad contra una nación extranjera adversaria y limitar la capacidad de esa adversaria para recopilar datos sobre personas en Estados Unidos".
Se espera que TikTok y ByteDance apelen ante la Corte Suprema, aunque no se sabe si ésta tomará el caso. El portavoz de TikTok, Michael Hughes, expresó su decepción por la decisión del tribunal y argumentó que la prohibición de TikTok fue concebida e impulsada con base en información inexacta, incompleta e hipotética.
La ley, firmada en abril por el presidente Joe Biden, fue la culminación de una saga de años en Washington sobre la aplicación de videos, que el gobierno considera una amenaza para la seguridad nacional debido a sus vínculos con China. Estados Unidos ha expresado su preocupación por la recopilación de grandes cantidades de datos de usuarios por parte de TikTok, que incluyen información sensible sobre hábitos de visualización, los cuales podrían caer en manos del gobierno chino mediante coerción.
Las autoridades también han advertido que el algoritmo propio que alimenta lo que los usuarios ven en la aplicación es vulnerable a ser manipulado por parte de las autoridades chinas, quienes pueden usarlo para moldear el contenido de la plataforma de una manera difícil de detectar.
TikTok, que demandó al gobierno por la ley en mayo, ha negado durante mucho tiempo que pueda ser utilizado por Beijing para espiar o manipular a los estadounidenses. Sus abogados han señalado acertadamente que Estados Unidos no ha proporcionado pruebas de que la compañía haya entregado datos de usuarios al gobierno chino, o manipulado contenido para beneficio de Beijing en Estados Unidos.
El fallo del viernes se produjo después de que el panel del tribunal de apelaciones, compuesto por dos jueces nombrados por republicanos y uno por demócratas, escuchó argumentos verbales en septiembre.