El asilo de ancianos "South Jersey Extended Care" (SJEC) en Bridgeton ha sido suspendido de Medicaid, junto con sus propietarios y entidades relacionadas, a partir de 60 días.
Según el informe, los propietarios del asilo de ancianos se embolsaron decenas de millones de dólares en fondos de Medicaid entre abril de 2018 y marzo de 2023, mientras obligaban a los residentes a vivir con "negligencia, abuso, condiciones insalubres y atención médica inadecuada", según la División de Fraude de Medicaid de la Oficina del Contralor del Estado (OSC).
El dueño nominal del asilo de ancianos era Mordechay "Mark" Weisz, pero en realidad era un "propietario ficticio que cedió todo el control a su primo, Michael Konig, y al cuñado de él, Steven Krausman", afirmó la OSC. Konig y Krausman estaban a cargo de las finanzas, operaciones y administración de SJEC, firmando los cheques, tomando las decisiones y enriqueciéndose con fondos públicos, en detrimento de los residentes de SJEC.
Durante los años en cuestión, SJEC recibió $35,6 millones de dólares en fondos de Medicaid, pero pagó $38,9 millones a empresas propiedad de los cuñados y controladas por ellos, según denunció la OSC. Al ignorar las leyes estatales y federales que exigen que los hogares de ancianos revelen las transacciones con proveedores que tienen propiedad o control común, los cuñados Krausman y Konig pudieron "evitar el escrutinio y maximizar sus ganancias", según el informe.
Entre las irregularidades encontradas se incluyen:
- La falta de transparencia en las transacciones financieras del asilo de ancianos.
- La falta de atención médica adecuada a los residentes.
- La negligencia y el abuso hacia los residentes.
- La falta de condiciones adecuadas para la salud y la seguridad de los residentes.
El interventor estatal interino Kevin Walsh calificó el fraude como "una estafa masiva, perpetrada durante años". Estos individuos pudieron amasar una fortuna haciéndose pasar por partes independientes. En realidad, operaban como una unidad, brindando una atención terrible a los enfermos, los ancianos y los pobres, para poder obtener grandes ganancias.
Se presume que las personas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.