Este caso, ocurrido en Kentucky, nos recuerda que incluso en situaciones aparentemente triviales, la tragedia puede acechar.
En mayo de 2019, en una vivienda de la calle West Jefferson, la vida de un bebé de apenas un mes dio un giro trágico. Su padre, Anthony Trice, se encontraba jugando un videojuego. Los detalles que emergen del informe policial del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, obtenido por WDRB, son desgarradores.
Según el reporte, una racha de frustración tras perder en el juego desencadenó una reacción violenta en Trice. Un puñetazo, dirigido en un arranque de ira, impactó la cabeza del indefenso infante, quien comenzó a llorar "histéricamente". A pesar del llanto del bebé, los hechos siguientes muestran una secuencia de acciones que solo profundizan el misterio sobre el comportamiento de Anthony.
Trice intentó consolar al bebé, preparándole un biberón, pero en el camino a la cocina, el pequeño aparentemente cayó. Posteriormente, lo colocó en la cama, “lo sostuvo en posición sentada” según las autoridades, y le colocó una manta con el biberón para que se alimentara mientras él iba al baño. Al regresar, al percatarse de la gravedad de la situación, llamó al 911 y previamente a la abuela materna.
El bebé fue ingresado de urgencia al Norton Children’s Hospital en estado grave. Dos días después, lamentablemente falleció. Trice fue arrestado inicialmente por abuso criminal en primer grado, pero tras la muerte del pequeño, se le añadió el cargo de homicidio por violencia doméstica.
El proceso legal se extendió por cinco años, con dudas sobre la competencia mental del acusado, según WDRB. Finalmente, Trice se declaró culpable de homicidio involuntario bajo una declaración Alford –admitiendo que la fiscalía tenía suficientes pruebas para una condena, a pesar de mantener su inocencia–. Esto llevó a la desestimación del cargo de abuso infantil. Recientemente, un juez del Tribunal de Circuito de Jefferson lo sentenció a 20 años de prisión.
La abuela del bebé, Tanjia Howlett, en declaraciones a WLKY, recordó la llamada de Trice: “Me dijo: ‘vayan al hospital, el bebé está vomitando leche… Entonces le dije a mi hija: ‘¿Por qué llevaría al bebé al hospital por atragantarse con leche para bebés?’”. La pregunta permanece, flotando en el aire, junto a la trágica historia de un bebé y las consecuencias devastadoras de un acto de ira.