Esta nueva dinámica está reconfigurando las estrategias de defensa y seguridad en la región, generando movimientos estratégicos entre las naciones con presencia en el área.
En este contexto, Dinamarca ha anunciado un significativo aumento en su presupuesto de defensa para Groenlandia, cifrado en aproximadamente 1.500 millones de dólares. Esta decisión, comunicada por el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, al periódico Jyllands-Posten, se produce dos días después de que el entonces presidente electo, Donald Trump, manifestara públicamente su deseo de que Estados Unidos adquiriera la soberanía de la isla ártica.
Poulsen calificó la coincidencia temporal como "irónica", asegurando que el plan de inversión ya estaba en marcha. A pesar de la controversia generada por las declaraciones de Trump, el ministro enfatizó la disposición de Dinamarca a "colaborar con Estados Unidos para asegurar Groenlandia".
El paquete de inversión incluye la adquisición de:
- Dos patrulleras clase Thetis.
- Dos drones de largo alcance.
- Dos equipos de perros de trineo.
- Un incremento del personal militar danés desplegado en Groenlandia.
Es importante recordar que Groenlandia, si bien goza de autonomía, permanece bajo el control de Dinamarca en materia de defensa, seguridad y política exterior. La situación en el Ártico se torna compleja, con Estados Unidos trabajando en estrecha colaboración con aliados árticos como Canadá y Finlandia para contrarrestar la influencia rusa y china, incluyendo el desarrollo de nuevos rompehielos polares.
El anuncio de Dinamarca se inscribe en un contexto geopolítico cambiante en el Ártico, donde la competencia por recursos y territorios se intensifica, impulsando una carrera armamentística y tecnológica en una región que hasta hace poco permanecía relativamente aislada.