Navidad: Regalos que NADIE quiere recibir

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Diciembre. La ciudad se viste de luces, el aroma a ponche invade las calles y la emoción navideña está a flor de piel

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Leonora Lagarda el 25/12/2024 05:10 AM.
En Internacional y editada el 24/12/2024 02:54 PM.

Es una época de compartir, de celebrar con seres queridos, y por supuesto, de intercambiar regalos. Pero, ¿qué pasa cuando el regalo, más que alegría, genera un pequeño suspiro de resignación?

Para muchos, la Navidad es sinónimo de encontrar el obsequio perfecto. Sin embargo, algunos regalos, por más buena intención que haya detrás, terminan guardados en un cajón o, peor aún, generando incomodidad. Y es que, aunque se agradece el detalle, hay presentes que simplemente no pegan con la festividad.

Este año, evitemos los regalos que caen en la categoría de "bienintencionados, pero…". Algunos ejemplos que podrían considerarse “regalos que nadie quiere” son:

Calcetines: Sí, algunos son bonitos, pero ¿realmente es un regalo que alguien espera con anhelo en Navidad? Es un regalo genérico que puede transmitir la sensación de no haber dedicado tiempo a buscar algo más personal.
Suéteres o playeras navideñas: Usados por una temporada y luego olvidados hasta el siguiente año. A menos que se regale muy cerca de la fecha, es probable que el destinatario no lo use y solo ocupe espacio en el clóset.
Galletas: Un obsequio poco original y que, sinceramente, se puede disfrutar cualquier día del año. Si quieres regalar galletas, mejor que sean caseras y con un toque navideño, y ofrécelas durante la celebración.
Artículos de fitness: Este tipo de regalos pueden ser malinterpretados y afectar la autoestima del receptor. Es crucial ser cuidadoso con este tipo de presentes, especialmente si no se conoce bien al destinatario.
Tazas: Un clásico de los intercambios, pero también un regalo común y poco memorable. La mayoría terminan en un estante junto a otras tazas similares, casi olvidadas.
Ropa interior: A menos que sea para tu pareja, este es un regalo muy personal y que es mejor evitar, a menos que se conozca muy bien los gustos de la persona.

En conclusión, la clave está en la originalidad y en considerar los gustos e intereses de la persona a quien se le regalará. La intención es buena, pero un regalo bien pensado es mucho más valorado.