Navidad: El síndrome de la vuelta a casa

Sandra Sánchez, psicóloga de Siquia, arroja luz sobre un fenómeno cada vez más frecuente: el Síndrome de la Vuelta a Casa por Navidad. Este afecta principalmente a quienes residen lejos de su familia de origen, y que, al regresar, se enfrentan a una carga emocional inesperada. "Ambas cosas, estar alejado y estar lejos, parecen lo mismo, pero no lo es", explica Sánchez, destacando la diferencia entre la distancia física y la emocional que puede generar un alejamiento necesario para la salud mental. Incluso, menciona el Síndrome de Ulises, un estrés crónico por el alejamiento forzoso del país de origen, como un factor agravante en algunos casos de migración.

Los síntomas pueden variar, desde altos niveles de ansiedad y sentimientos de rechazo hasta la aversión a ciertos encuentros familiares o el temor a la soledad. Sánchez aclara que "volver por Navidad implica afrontar estados emocionales que requieren mucha energía, causando gran estrés, y afectan a la salud mental de las personas que han decidido estar alejados de la familia". Sin embargo, también reconoce el lado positivo: para muchos, la Navidad es una oportunidad para reafirmar lazos familiares, especialmente para quienes por trabajo u otras circunstancias, no conviven regularmente con sus seres queridos.

Pero, ¿por qué surge este síndrome? La presión social juega un papel crucial. "El mensaje navideño siempre está impregnado de buenos deseos, de recogimiento, de vueltas a las raíces familiares, de regalos, de excesos", señala la especialista. Esta idealización de la Navidad, según Sánchez, genera una expectativa irreal, que puede llevar a la tristeza y la ansiedad en quienes no se sienten en sintonía con este ideal.

¿Cómo lidiar con él? La clave reside en la aceptación. No existe la obligación de cumplir con expectativas ajenas. Sánchez recomienda:

• No obligarse a nada
• Crear nuevas costumbres y tradiciones
• Elegir eventos, personas y situaciones agradables
• Reducir el tiempo de contacto si es necesario
• Priorizar la salud mental sobre las expectativas externas

Finalmente, Sánchez enfatiza la importancia del respeto y la comprensión hacia quienes experimentan este síndrome. Intentar influir o manipular a alguien para que cambie su decisión, solo agrava la situación. La adaptación a las necesidades individuales, la creación de nuevas tradiciones inclusivas y el rechazo a la presión social son, en definitiva, herramientas fundamentales para afrontar este reto.

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