Poco después de las 2:30 pm, el panorama cambió drásticamente. Mientras el hermano mayor entraba a casa, José Reynaldo Martínez Reyes, de 56 años, se acercó al menor de 6 años. Según el reporte policial, “Martínez Reyes se hizo amigo del niño y le dijo que le compraría un juguete para alejarlo de la casa.” Una estrategia tan simple, tan efectiva en su engaño.
La ausencia del pequeño fue advertida rápidamente por su hermano. El pánico se apoderó de la escena. Una búsqueda frenética comenzó, involucrando al hermano mayor y un amigo de la familia. A más de una milla de distancia, en una carretera, los encontraron. El niño de seis años iba de la mano con Martínez Reyes.
La descripción policial relata una escena tensa: “El hermano se enfrentó a Martínez Reyes y se desató una pelea por el control del niño.” Una lucha desesperada por recuperar al pequeño. Finalmente, el hermano logró asegurar al niño y lo puso a salvo en un vehículo en espera, mientras se solicitaba la intervención policial. La policía de Miami-Dade, rápidamente en acción, detuvo al sospechoso.
Según el reporte, Martínez Reyes no tenía ningún vínculo familiar con la familia y era “un extraño para la víctima.” Fue arrestado y acusado formalmente del grave delito de secuestro. El suceso ha conmocionado a la comunidad, dejando en evidencia la vulnerabilidad de los niños y la importancia de la vigilancia constante.
Las autoridades están investigando a fondo el suceso para determinar si hay otros posibles antecedentes o si se trata de un incidente aislado. La recuperación del niño, aunque física, seguramente implicará un proceso emocional a largo plazo para él y su familia.