El contexto: Luigi Mangione está acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, un hecho ocurrido en Manhattan. La escena del crimen, el arma homicida en posesión del acusado y los testimonios de testigos presenciales, según la fiscalía, conforman una sólida base de pruebas en su contra. "Las grabaciones de seguridad son irrefutables," declaró una fuente cercana a la investigación.
Sin embargo, lo sorprendente no son las evidencias presentadas por la fiscalía, sino el inesperado giro que ha tomado el caso. Mangione, en cuestión de semanas, ha pasado de ser un simple acusado a un personaje con una base de fans considerable que lo defiende a capa y espada, incluso aportando fondos a su defensa.
Este apoyo se ha manifestado principalmente en redes sociales, donde muchos lo ven como una especie de “justiciero” que combate las injusticias del sistema de salud estadounidense. Este fenómeno plantea una pregunta crucial: ¿Podrá este apoyo público influir en el veredicto del jurado?
La estrategia de la defensa es clara: aprovechar la simpatía popular. Se espera una cuidadosa selección del jurado, buscando aquellos que puedan ser susceptibles a la nulificación, es decir, que, pese a la evidencia, absuelvan al acusado por razones de compasión o por considerar el castigo desproporcionado. “Es su trabajo encontrar a esas personas y mantenerlas en el jurado”, afirma el exfiscal federal Joel Cohen.
Pero existen diferentes perspectivas. Algunos expertos, como el profesor Gregory Germain, consideran poco probable que la nulificación afecte un caso con pruebas tan contundentes. “Aunque muchos detestan a las compañías de seguros, no creo que eso justifique el asesinato de sus ejecutivos en plena calle,” puntualiza Germain.
El juicio se dividirá en dos partes: la estatal, donde se podría enfrentar a cadena perpetua, y la federal, con la posibilidad de pena de muerte. El desenlace del caso dependerá del peso de las pruebas, la narrativa construida por la defensa y, de manera ineludible, la influencia del apoyo popular en las deliberaciones del jurado. Una situación que ha convertido a este juicio en un caso único en la historia reciente de Estados Unidos.
El proceso continúa, dejando una incógnita: ¿Triunfará la justicia o la fuerza de las redes sociales?