Este lunes, Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, emitió un comunicado oficial tras la investidura de Donald Trump como 47° presidente de los Estados Unidos. Si bien la felicitación fue protocolaria, el mensaje subrayó la necesidad de una colaboración estrecha entre ambos países. Trudeau destacó la importancia de la relación económica bilateral, calificándola como “la asociación económica más exitosa del mundo”.
El comunicado, sin embargo, no eludió las tensiones latentes. Trudeau mencionó las "masivas inversiones" que Canadá está realizando para fortalecer el comercio y crear empleos, una clara respuesta a las amenazas de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones canadienses. El gobierno canadiense ya ha advertido sobre las consecuencias devastadoras de estas medidas, pronosticando una guerra comercial con pérdidas de empleos a gran escala.
La ausencia de Trudeau en la ceremonia de investidura es otro dato significativo. Esta omisión, a pesar de la cordialidad mostrada en el comunicado, refleja la complejidad de la relación y las incertidumbres que rodean el nuevo mandato de Trump. La frase "Somos más fuertes cuando trabajamos juntos", aunque aparentemente conciliadora, lleva implícita la firmeza de Canadá en la defensa de sus intereses comerciales.
El futuro de esta relación bilateral dependerá en gran medida de la política comercial que adopte la administración Trump. La posibilidad de una guerra comercial, con sus implicaciones económicas y sociales para ambas naciones, plantea un desafío significativo para la cooperación transnacional y para la estabilidad en la región de Norteamérica.