El foco de atención se centró rápidamente en el vuelo 423 de Aeroméxico, con destino a la Ciudad de México. Una nota anónima, con el contenido aún no revelado públicamente, había sido encontrada a bordo de la aeronave. La amenaza, según fuentes no oficiales, hacía alusión a la presencia de un artefacto explosivo.
Inmediatamente, se activaron los protocolos de seguridad. "Fue una reacción inmediata y eficiente", comenta un testigo, quien prefiere mantener el anonimato. La evacuación de los pasajeros y la tripulación fue ordenada y controlada, siguiendo los manuales de emergencia. El avión, aún en tierra, fue rodeado por equipos de seguridad y unidades especializadas en explosivos del condado de Miami-Dade.
La escena se tornó tensa. La presencia de numerosos agentes de policía, junto con el equipo antibombas, causó inquietud entre otros pasajeros en las terminales aledañas. Varios vuelos sufrieron retrasos, y la puerta H6 fue cerrada hasta nuevo aviso. Se especula que el tiempo de espera, aproximadamente dos horas, se debió a la meticulosa inspección del avión y su carga.
Tras una minuciosa revisión del avión, incluyendo los compartimentos de carga y las áreas de acceso restringido, las autoridades dieron el visto bueno. Se confirmó la ausencia de cualquier dispositivo explosivo. El vuelo 423 pudo finalmente despegar hacia la Ciudad de México alrededor de las 3:00 p.m. (hora local), casi dos horas después de lo programado.
Hasta el momento, ni Aeroméxico ni las autoridades del condado de Miami-Dade han ofrecido declaraciones oficiales sobre el contenido de la nota o sobre posibles líneas de investigación. La incertidumbre persiste en cuanto a la identidad del responsable y el motivo detrás de la amenaza. Sin embargo, el incidente resalta, una vez más, la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación.
El suceso ha generado debate en redes sociales, con usuarios expresando su preocupación por la seguridad aérea y la eficacia de los sistemas de control en los aeropuertos. El misterio en torno al origen de la amenaza continúa, dejando abierta la puerta a especulaciones hasta que las autoridades emitan un comunicado oficial.