El incidente ocurrió en la prefectura de Saitama, al norte de Tokio. No fue un simple bache; hablamos de un socavón gigante que se tragó, literalmente, un camión de tres toneladas y a su conductor. Por fortuna, el conductor resultó ileso, rescatado tras un operativo de emergencia.
Sin embargo, la historia no termina ahí. Lo que inicialmente parecía un incidente aislado, se ha convertido en una situación preocupante. El socavón, que inicialmente era de menor tamaño, ha continuado expandiéndose, alcanzando actualmente más de 40 metros de ancho. Esto ha llevado a las autoridades a tomar medidas drásticas.
Cientos de residentes han recibido la orden de evacuación mientras las autoridades trabajan contrarreloj para evaluar la situación. "Es una situación sin precedentes," declaró un portavoz del Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo a medios locales. La magnitud del socavón ha generado una alerta generalizada.
Ante la gravedad del asunto, el Ministerio ha implementado un plan de acción inmediato. Se han ordenado inspecciones de emergencia en tuberías de alcantarillado similares en Saitama y otras seis prefecturas, afectando a una población de aproximadamente 39 millones de personas. El objetivo es prevenir nuevos incidentes y garantizar la seguridad de la población.
Las investigaciones preliminares apuntan a un posible fallo en la infraestructura subterránea como causante del socavón, aunque aún se desconocen las causas precisas. Mientras tanto, la incertidumbre persiste en la zona afectada, mientras las autoridades trabajan para controlar la situación y determinar el alcance total de los daños.