Poco después, comenzó a marearse y colapsó en el suelo. Su novio, Isaac Ayala, relató cómo Garza sufrió convulsiones y sangrado nasal, lo que llevó a un paro cardíaco.
Inmediatamente, Ayala inició maniobras de RCP mientras llegaban los paramédicos. Después de varios intentos, pudieron reanimarla, pero su situación empeoró rápidamente. Garza sufrió múltiples paros cardíacos, uno de los cuales dejó su corazón detenido durante cinco minutos, provocando daños severos en sus órganos.
Los médicos recurrieron a tres tipos de soporte vital para mantenerla con vida: una máquina ECMO para la circulación sanguínea, diálisis para limpiar sus riñones y un dispositivo para regular sus niveles de oxígeno. También se le implantó un desfibrilador para prevenir futuros episodios similares.
Si bien los médicos no lograron identificar la causa del paro cardíaco, Garza reveló que había experimentado palpitaciones anteriormente. Además, la bebida energética Ghost contiene 200 mg de cafeína, más del doble que dos tazas de café.
El caso de Garza destaca los riesgos potenciales de las bebidas energéticas, especialmente para personas jóvenes y con condiciones cardíacas subyacentes. Tras su angustiosa experiencia, Garza se ha comprometido a evitar su consumo en el futuro.
Miraculosamente, Garza se recuperó por completo después de dos semanas en el hospital. Esta experiencia le ha dado una nueva perspectiva sobre la vida, y ahora aconseja a otros que presten atención a las señales de su cuerpo y busquen atención médica cuando sea necesario.