La mañana del 5 de Febrero, más de 100 personas fueron detenidas en una operación coordinada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un complejo de apartamentos de Aurora. El foco de la operación: la presunta pertenencia a la peligrosa banda criminal venezolana, el Tren de Aragua. Las autoridades, incluyendo agentes de la DEA y el FBI, llevaron a cabo registros simultáneos en al menos once estados.
Testigos describieron una escena caótica: decenas de agentes, algunos con equipo táctico, yendo de puerta en puerta, solicitando documentos de identidad a residentes y comerciantes. "Se veía a los agentes marcar ciertas puertas con pintura," comentó una residente del complejo, quien pidió omitir su nombre por temor a represalias. El uso de granadas de humo en algunos operativos, según reportes, agravó la situación.
La magnitud de la operación quedó plasmada en el comunicado oficial del ICE: "al menos 100 miembros de la violenta pandilla venezolana Tren de Aragua fueron arrestados y detenidos." La agencia enfatizó la continuidad de las investigaciones en conjunto con la ATF, alguaciles federales y agentes de HSI. Se desconoce el número exacto de detenidos, incluyendo el número de extranjeros arrestados en los otros estados.
La intervención generó una ola de reacciones.
- Rudy Gonzales, presidente y director ejecutivo de Servicios de la Raza de Denver, condenó las redadas, afirmando que "tienen como objetivo sembrar miedo, división, dolor y sufrimiento entre nuestras comunidades."
- La representante estatal demócrata Julie McCluskie se mostró "horrorizada y profundamente preocupada," enfatizando la importancia de la comunidad inmigrante para la economía y el bienestar del estado.