El reporte inicial apuntaba a un accidente cerca del Kona Kai San Diego Resort, alrededor de las 10:16 am, en las inmediaciones de la dirección 1561 Shelter Island Dr. El Departamento de Bomberos y Rescate de San Diego (SDFD) respondió de inmediato al llamado, desplegando sus equipos para afrontar una situación aún desconocida. La incertidumbre se cernía sobre el tipo de incidente y la gravedad del mismo.
Poco después, se confirmó que el incidente involucraba a una aeronave militar. Se trataba de un avión de combate EA-18G Growler de la Marina de Estados Unidos, corrigiendo las especulaciones iniciales que apuntaban a un F-18. "Solo había dos pilotos a bordo", confirmó un vocero militar, añadiendo un toque de alivio a la situación.
Contra todo pronóstico, el desenlace fue sorprendentemente positivo. Ambos pilotos lograron eyectarse de manera segura. Su rescate fue rápido y eficiente, gracias a la rápida respuesta de un barco pesquero que se encontraba cerca. Según un portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos, los pilotos pasaron "solo un minuto en el agua" antes de ser rescatados. Posteriormente, fueron transferidos a una embarcación de la Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Los dos pilotos fueron trasladados al Centro Médico UC San Diego en Hillcrest para una evaluación médica completa. Mientras tanto, las autoridades comenzaron las labores de recuperación de los restos del avión. Un detalle preocupante: se observó una fuga de petróleo en el agua, lo cual implica una labor adicional de contención y limpieza para minimizar el impacto ambiental en la Bahía.
La investigación sobre las causas del accidente está en curso. La Marina de Estados Unidos, junto con otras agencias, trabajará para determinar con exactitud qué provocó la caída del Growler. La prioridad inmediata, sin embargo, se centra en la recuperación de la aeronave y la investigación del derrame de petróleo.