Tragedia en Kumbh Mela: 18 muertos tras estampida en Nueva Delhi
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La expectación era máxima, una energía casi tangible llenaba el aire. Se esperaba una afluencia masiva, algo inusual incluso para el Kumbh Mela. Pero esta vez, el Kumbh Mela, ese antiguo festejo religioso que se celebra cada 12 años a orillas del Ganges y el Yamuna, en Prayagraj, India, trajo consigo una tragedia. El evento, que atrae a cientos de millones de peregrinos en busca de bendiciones, se tornó en un escenario de dolor y caos. La cifra final: al menos 18 muertos, entre ellos 3 niños y 14 mujeres.
La avalancha humana, una estampida inesperada, se desató aparentemente por un anuncio repentino sobre un cambio de vías de los trenes. "Una aglomeración como nunca antes vista", describieron algunos medios locales la situación. El retraso de algunos trenes, según reportes, exacerbó la situación, concentrando a una multitud ya inmensa en un espacio limitado.
Las imágenes del suceso son desgarradoras. Testimonios describen escenas de pánico, con personas siendo aplastadas o asfixiadas en la multitud. Ciudadanos utilizando sus propios vehículos para trasladar a los heridos a los hospitales cercanos, un esfuerzo desesperado ante la magnitud de la tragedia. La cifra de 400 millones de visitantes proyectados para este Kumbh Mela, superando ampliamente las cifras de años anteriores, resalta el monumental reto logístico del evento.
Ante la tragedia, el ministro Narendra Modi, quien se encontraba en Estados Unidos en una reunión con Donald Trump, expresó su consternación. Las autoridades indias han prometido una indemnización de 11.000 euros (aproximadamente 238.765 pesos mexicanos) a las familias de las víctimas. La investigación para determinar las causas exactas de la estampida continúa, y se espera que arroje luz sobre la serie de eventos que llevaron a este terrible desenlace.
Más allá de las cifras oficiales, lo que queda es el eco de la tragedia, la pérdida irreparable de vidas, y la conmoción que ha generado este suceso a nivel mundial. Un recordatorio del delicado equilibrio entre fe, tradición y la seguridad de miles de personas reunidas en un mismo lugar.