Multas de $300 por estacionar en carriles de autobús en Los Ángeles
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Pensamos en atascos, en obras viales, pero ¿qué pasa con un elemento que, a simple vista, parece menor, pero que puede generar grandes retrasos en el transporte público?
Se avecina un cambio significativo para quienes suelen utilizar el transporte público en Los Ángeles, específicamente las líneas de autobús 212 y 720. A partir de ahora, estacionar en los carriles exclusivos para autobuses de estas rutas tendrá un costo considerable: una multa de casi $300 dólares. Esta medida, anunciada conjuntamente por el Departamento de Transporte de Los Ángeles (LADOT) y Metro, se implementa tras un periodo de prueba que finalizó en enero.
Durante ese periodo piloto, los conductores que estacionaron en los carriles reservados recibieron avisos de advertencia. Ahora, la tolerancia termina. La justificación se centra en la mejora de la puntualidad y eficiencia del servicio de autobús. Según palabras de la Supervisora Janice Hahn: “Sin medidas de control, un solo automóvil estacionado en un carril para autobuses puede retrasar a docenas o incluso a cientos de pasajeros.”
La tecnología juega un papel crucial en esta nueva estrategia de control. Los autobuses de las líneas 212 y 720 cuentan con un sistema de dos cámaras. Una monitorea el carril exclusivo, mientras que la otra captura la matrícula del vehículo infractor. Posteriormente, un oficial del LADOT verifica la infracción antes de emitir la multa, incluyendo datos precisos y evidencia visual.
Esta iniciativa no se limita a las líneas 212 y 720. De hecho, se espera su expansión. Otras tres rutas, las líneas 910, 950 y 70, que operan en Olive Street y Grand Avenue, también implementarán el sistema de multas. Para estas rutas, sin embargo, hay un periodo de gracia de 60 días, que comienza el 3 de marzo, antes de que comiencen las multas.
La directora ejecutiva de LA Metro, Stephanie Wiggins, enfatizó la importancia de garantizar “un viaje confiable, seguro y puntual” para los usuarios del transporte público. La implementación de este sistema de multas busca, en definitiva, optimizar el servicio de autobús y mejorar la experiencia de los pasajeros angelinos. A partir de ahora, pensar dos veces antes de estacionar en un carril para autobuses en Los Ángeles será esencial para evitar una costosa multa.