Casa Blanca usa #ASMR en video de migrantes encadenados

Sin embargo, la historia tomó un rumbo completamente distinto cuando la Casa Blanca retuiteó una versión editada del video. El detalle que encendió la mecha fue el título que le asignaron: "ASMR". Este término, comúnmente asociado con sensaciones auditivas placenteras, se contrapuso brutalmente con las imágenes del video.
El material de 41 segundos mostraba, con primeros planos, imágenes de inmigrantes con esposas y cadenas en una pista de aterrizaje. Se apreciaban detalles como el ajuste de un grillete en un detenido y a personas caminando con los pies atados. La publicación original del ICE describía el evento como: "VUELO DE REMOCIÓN. Un grupo de extranjeros indocumentados son trasladados desde Seattle como parte del proceso de retorno a sus países de origen."
La decisión de la Casa Blanca de usar el hashtag "ASMR" provocó una reacción inmediata y furiosa en las redes sociales. La plataforma X se llenó de comentarios criticando la acción. Algunos ejemplos de la indignación pública fueron: "Completamente inapropiado hacer una broma de ASMR desde la cuenta de la Casa Blanca" y "¿ASMR? Este es un evento serio."
La publicación generó más de 6.4 millones de interacciones, lo que refleja la magnitud del revuelo generado. Si bien algunos usuarios defendieron la publicación como una postura firme sobre el control de inmigración, la mayoría la calificó de cruel e inhumana. La controversia ha reavivado el debate sobre las tácticas de inmigración y las implicaciones éticas de compartir este tipo de imágenes públicamente. Las críticas se centran en la percepción de trivialización de un proceso sensible y doloroso para los involucrados.
El incidente ha dejado al descubierto las complejidades del debate migratorio en Estados Unidos y la sensibilidad con la que se debe abordar este tema, sobre todo desde instituciones gubernamentales de alto nivel. La reacción pública demuestra la necesidad de una comunicación más empática y cuidadosa al abordar temas tan delicados como la inmigración y la deportación.