Luigi Mangione comparece por el asesinato del CEO de UnitedHealthcare
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En el centro de la atención estaba Luigi Mangione, de 26 años, acusado de un crimen que ha conmocionado al país: el asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Mangione, visiblemente encadenado y con un suéter verde, compareció ante el juez Gregory Carro. El joven, quien se declaró inocente de los cargos estatales, aún no ha respondido a las acusaciones federales.
La audiencia, celebrada en la misma sala donde el expresidente Trump enfrentó juicio, prometía actualizaciones cruciales. La fiscalía y la defensa debían informar sobre el estado del caso, incluyendo posibles plazos para los trámites previos al juicio y una posible fecha de inicio. La abogada de Mangione, Karen Friedman Agnifilo, recibió una cálida bienvenida, evidenciando el apoyo que el acusado ha cosechado.
La acusación es grave: asesinato en apoyo de un acto de terrorismo. Según la fiscalía del distrito de Manhattan, Mangione habría expresado hostilidad hacia la industria aseguradora y los ejecutivos adinerados, un sentimiento que, "es relativamente popular en la política estadounidense moderna," según los fiscales. Esta acusación, poco común en Nueva York, requiere demostrar la intención de intimidar o coaccionar a la población civil o al gobierno.
La captura de Mangione, tras una intensa búsqueda a nivel nacional que culminó en un McDonald's de Pensilvania, fue seguida con gran interés. En su poder, las autoridades encontraron una identificación falsa, el arma presuntamente utilizada y una "reivindicación de responsabilidad" escrita a mano. El fiscal de distrito, Alvin Bragg, describió el crimen como "un asesinato aterrador, bien planificado y dirigido, con la intención de causar conmoción, atención e intimidación".
El caso ha generado un debate público. Mientras algunos ven a Mangione como un criminal peligroso, otros lo consideran un símbolo de la lucha contra la avaricia corporativa. Su primera declaración pública, lanzada a través de un sitio web creado por sus abogados, expresó gratitud por el apoyo recibido y resaltó que su lucha trasciende divisiones políticas y sociales.
Más allá de los cargos estatales, Mangione enfrenta también acusaciones federales, incluyendo asesinato mediante el uso de un arma de fuego. Un cuaderno encontrado en su poder, con anotaciones como “por fin se están concretando los detalles”, ha sido pieza clave en la investigación federal. La posibilidad de la pena de muerte en el caso federal añade una capa de complejidad al ya intrincado panorama legal.