De Ucrania a China: la ambiciosa estrategia global de Marco Rubio como Secretario de Estado
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Nicol Matuz ScottMarco Rubio, recién confirmado como Secretario de Estado con un contundente apoyo de 99 votos, ha asumido el cargo con una agenda vertiginosa. En solo un mes, ha viajado a múltiples países, desde Centroamérica hasta el Medio Oriente, dejando una estela de reuniones y acuerdos en ciernes. "Ocupados. Hemos estado ocupados," admite en una reciente entrevista en el edificio Harry S. Truman.
La situación en Ucrania ocupa un lugar central en sus preocupaciones. El Secretario Rubio menciona un acuerdo casi concretado sobre los recursos minerales ucranianos, mediado por la Secretaria del Tesoro, Bessent. "Estábamos… ni siquiera a una yarda. Estábamos como en la línea de la media yarda," ilustra Rubio la cercanía del acuerdo, utilizando una analogía deportiva para enfatizar su inminencia. Sin embargo, aún mantiene la cautela, evitando la confirmación oficial.
La entrevista revela tensiones entre el Presidente Trump y Volodymyr Zelensky. Aunque Rubio destaca el interés del Presidente Trump por terminar la guerra, la visita de Zelensky a Washington esta semana parece encaminada a limar asperezas y allanar el camino para una resolución pacífica, un acuerdo que, según Rubio, "es un buen acuerdo para Ucrania". Esto incluye la colaboración para el desarrollo económico post-conflicto, aunque la cuestión de las "garantías de seguridad" queda aún sin una respuesta concreta. Rubio argumenta que lo crucial es un disuasor, para hacer costosa cualquier futura agresión, una vez finalizado el conflicto.
La entrevista aborda la percepción de las intenciones rusas. Rubio reconoce la incertidumbre sobre si Rusia busca realmente la paz, pero subraya la estrategia de Trump: "Vamos a averiguarlo. Donald Trump es un negociador. No va a ser engañado en un mal acuerdo."
Un tema recurrente es la necesidad de un final sostenible al conflicto. Rubio enfatiza la experiencia del Presidente Trump como negociador, contrastándola con la de otros líderes. La búsqueda de la paz, afirma, no se logra con insultos, sino con una diplomacia madura que prioriza la vida humana sobre la retórica política. La cuestión de modificar el lenguaje de la ONU que condena la invasión rusa se plantea como un obstáculo potencial a las negociaciones. Se destaca el valor y la resistencia del pueblo ucraniano, pero se insiste en la necesidad imperativa de poner fin a la guerra.
El Secretario Rubio también se refiere a sus recientes viajes por Centroamérica y otras regiones, donde enfatizó la necesidad de cooperación para controlar el flujo migratorio y abordar la amenaza de los cárteles de droga. Se resalta la estrategia de la administración Trump en materia migratoria, haciendo hincapié en una política de consecuencias y colaboración internacional para disuadir la migración ilegal. El papel de Venezuela y su régimen bajo Maduro se analiza, junto con la colaboración para la repatriación de ciudadanos y la lucha contra el tráfico de drogas y los cárteles.
Finalmente, la entrevista toca la compleja relación con China, considerada por Rubio el "adversario más peligroso". Se enfatiza la necesidad de fortalecer la capacidad nacional de Estados Unidos, la presencia estratégica en el Indo-Pacífico y la defensa de Taiwán frente a posibles acciones chinas. Rubio destaca la importancia de una relación equilibrada con China, evitando la dependencia y la dominación, a la vez que se reconoce la necesidad de una diplomacia firme y una estrategia militar robusta para disuadir cualquier agresión.
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