Trudeau denuncia aranceles de Estados Unidos y responde con medidas recíprocas

En el centro de la tormenta se encuentra la disputa comercial entre Estados Unidos y Canadá. Justin Trudeau, a horas de dejar su cargo como Primer Ministro de Canadá tras la elección de un nuevo líder del partido Liberal este domingo, ha denunciado la imposición de aranceles del 25% a bienes canadienses y mexicanos, y un 10% adicional a las exportaciones energéticas canadienses, por parte de la administración Trump. Según Trudeau, la guerra comercial emprendida por Estados Unidos busca, en sus palabras, “el colapso completo de la economía canadiense”.
Canadá ha respondido con medidas recíprocas, imponiendo aranceles a bienes estadounidenses por un valor de 155 mil millones de dólares canadienses. Una primera tanda de 30 mil millones entraron en vigor inmediatamente, mientras que los restantes 125 mil millones se implementarán en 21 días, dando un margen de maniobra a las empresas canadienses para ajustar sus cadenas de suministro. Trudeau, en un tono directo, calificó la decisión de Donald Trump como “una acción muy tonta”.
La justificación de la Casa Blanca, que atribuye los aranceles al fracaso de Canadá en detener el tráfico de fentanilo, ha sido rotundamente rechazada por Trudeau como “completamente falsa e injustificada”. La DEA, en un reporte de 2020, no menciona a Canadá como una fuente significativa de fentanilo en Estados Unidos, apuntalando las afirmaciones del Primer Ministro.
Más allá del enfrentamiento entre los líderes, la respuesta de las provincias canadienses ha sido unánime en su rechazo a la política estadounidense. Doug Ford, Primer Ministro de Ontario, la provincia más poderosa económicamente, ha prometido hacer sentir el "dolor" a los estadounidenses, aplicando un arancel del 25% a la electricidad exportada a tres estados estadounidenses, además de otras medidas como la retirada de licores estadounidenses de las tiendas de la provincia y la cancelación de contratos con empresas de Estados Unidos, incluyendo Starlink.
El impacto en la economía canadiense podría ser devastador. El Primer Ministro de Quebec, François Legault, ha advertido sobre la posible pérdida de hasta 160,000 empleos en los próximos meses. Otras provincias, como Nueva Escocia y Newfoundland y Labrador, también han tomado medidas similares, retirando productos estadounidenses de sus tiendas de licores y enfatizando la necesidad de apoyar los productos locales.
Mientras tanto, la respuesta de Trump a través de redes sociales ha sido una amenaza velada de mayores acciones si Canadá persiste en sus represalias, acentuando la gravedad de la situación y dejando en el aire las consecuencias a largo plazo de este conflicto económico entre dos naciones tradicionalmente aliadas.