E-Verify: herramienta clave ignorada en la lucha contra la inmigración ilegal bajo Trump

El gobierno estadounidense, bajo la administración Trump, ha implementado medidas drásticas: detenciones masivas, deportación en aviones militares y suspensión de programas de asilo. Sin embargo, una herramienta clave para controlar la inmigración ilegal parece pasar desapercibida: E-Verify.
Este sistema, con casi 30 años de funcionamiento, permite verificar la elegibilidad laboral de los empleados. A pesar de contar con el apoyo de figuras influyentes, como "el Proyecto 2025", su implementación sigue siendo principalmente voluntaria. Incluso, empresas propiedad del mismo Donald Trump tardaron en adoptarlo, una contradicción que refleja la fragilidad del discurso oficial.
Mark Krikorian, director del Centro de Estudios de Inmigración, afirma que: “Para una reducción profunda de la población ilegal, se necesita actuar, al menos en parte, a través de la aplicación en el lugar de trabajo”. Esta afirmación pone el dedo en la llaga de un debate nacional: ¿cómo equilibrar la necesidad de control fronterizo con la dependencia económica de la mano de obra inmigrante?
La resistencia al E-Verify es transversal. Lo rechazan desde republicanos de línea dura hasta agricultores y empresarios de diversos sectores. Un estudio del Banco de la Reserva Federal de Dallas en 2017, demostró que los estados con mandatos obligatorios de E-Verify vieron una reducción en la inmigración ilegal. Sin embargo, la implementación a gran escala sigue enfrentando obstáculos políticos significativos.
El caso de Idaho ilustra la complejidad del problema. A pesar de su mayoría republicana y el discurso anti-inmigración, el estado se resiste a la obligatoriedad de E-Verify. La agricultura, un pilar de su economía, depende fuertemente de la mano de obra inmigrante, muchas veces indocumentada. Rick Naerebout, de la Asociación de Agricultores Lecheros de Idaho, advierte: “Si eliminas la parte no autorizada de la fuerza laboral agrícola...no tenemos la capacidad de producir suficiente comida para alimentarnos”.
La situación genera una contradicción. Mientras el discurso político se centra en la deportación y medidas drásticas, la realidad económica exige soluciones más integrales que consideren la necesidad de mano de obra y la creación de vías legales para los trabajadores inmigrantes. La promesa de Tom Homan, el zar de la frontera, de intensificar las redadas en el lugar de trabajo, hasta ahora no se ha materializado, dejando la promesa de implementar E-Verify en el ámbito laboral en un terreno incierto.
La reticencia de la administración Trump a exigir la aplicación generalizada de E-Verify, incluso tras las revelaciones sobre la contratación de trabajadores indocumentados en sus propias propiedades, plantea interrogantes sobre la verdadera efectividad de las medidas anunciadas y la congruencia entre el discurso político y la realidad económica.