Crisis en Canadá: sucesión tras renuncia de Trudeau y amenaza de Trump

La renuncia de Justin Trudeau a principios de enero como primer ministro de Canadá, tras una caída en las encuestas y conflictos internos dentro del Partido Liberal, dejó un vacío de poder que se decidirá este fin de semana en Ottawa. Su salida, precipitada por la creciente tensión con el presidente estadounidense, Donald Trump, ha generado una carrera por la sucesión con implicaciones geopolíticas de gran calado.
Dos figuras destacan entre los cuatro candidatos a liderar el Partido Liberal: Mark Carney, de 59 años y favorito en las encuestas, y Chrystia Freeland, de 56 años. Carney, con una destacada trayectoria como gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, se presenta como un experto en la gestión de crisis económicas. Su campaña se centra en "Canadá enfrenta una de las crisis más serias en nuestra historia. Sé cómo manejar crisis y cómo construir economías fuertes".
Por su parte, Freeland, exministra de Economía de Trudeau, enfatiza su experiencia en la negociación directa con Trump durante el anterior mandato (2017-2021), advirtiendo que la amenaza del mandatario estadounidense representa "el más grave desafío" para Canadá "desde la Segunda Guerra Mundial". La ruptura entre Freeland y Trudeau en diciembre pasado, derivada de sus desacuerdos sobre la estrategia ante la presión de Trump, añade un elemento dramático a la contienda.
Unas 400,000 personas están registradas para votar en la elección interna del partido, la cual se caracteriza por una recaudación de fondos sin precedentes. El traspaso del poder a quien sea elegido se realizará una vez que se visite a la gobernadora general, Mary Simon. La fecha de las elecciones generales aún no se ha definido.
El panorama político post-Trudeau presenta una peculiaridad: la amenaza de anexión por parte de Estados Unidos, según declaraciones del propio Trudeau a ejecutivos canadienses, ha desplazado otros temas cruciales como la salud pública y el costo de la vivienda en el debate público. Analistas políticos, como Frederic Boily de la Universidad de Alberta, describen la situación como "un contexto totalmente inédito", donde la prioridad es encontrar "la persona correcta para enfrentar a Donald Trump". Expertos como Stephanie Chouinard del Royal Military College de Canadá, destacan la "experiencia económica y seriedad" de Carney como puntos fuertes.
Las encuestas apuntan a que las próximas elecciones serán atípicas, dominadas por la amenaza de Trump y la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Canadá y Estados Unidos. Un factor que podría inclinar la balanza a favor del Partido Liberal es la posibilidad de convocar elecciones anticipadas, aprovechando la coyuntura para contrarrestar la popularidad de Pierre Poilievre, líder del partido conservador, a quien los liberales presentan como una figura similar a Trump.
El analista Jean-Marc Leger señala que "esta es una crisis única, y no conocemos su alcance ni su duración. Hoy, un tercio de los canadienses ve a Estados Unidos como un país enemigo. Es histórico y crea un trastorno considerable en la forma de pensar de los canadienses".