Tiroteo en Arlington deja niña herida: Terror nocturno en Arbrook Park

El silencio de las 2 a.m. se vio interrumpido por una ráfaga de disparos. Un tiroteo entre dos grupos, según las primeras investigaciones de la policía de Arlington, dejó tras de sí un rastro de destrucción: impactos de bala en edificios, vidrios de autos destrozados, y una atmósfera de pánico que aún persiste entre los vecinos.
Entre las víctimas, una niña de 13 años. Mientras dormía en su habitación del primer piso, una bala perdida atravesó la ventana, impactando en su brazo. Sus familiares la trasladaron rápidamente a un hospital cercano, donde, afortunadamente, recibió atención médica y fue dada de alta pocas horas después. La imagen de un asiento de seguridad para bebé dentro de uno de los vehículos afectados, con las ventanas destrozadas, resalta la fragilidad de la situación.
John Kelley, residente del complejo, se encontró su apartamento acordonado por la policía. Al menos dos balas pasaron rozando su ventana. La cantidad de marcadores de evidencia le impactó: "Me di cuenta de que había 50", declaró, señalando la cercanía de algunos a su puerta. El temor y la incertidumbre son palpables entre los residentes.
La familia de la adolescente herida prefirió no dar declaraciones a la cámara, limitándose a expresar su deseo de que las autoridades aprehendieran al responsable. Por su parte, la policía de Arlington aún no ha revelado información sobre sospechosos ni ha realizado arrestos, instando a cualquier persona con información relevante a que se comunique con el departamento.
La investigación continúa, buscando respuestas a la pregunta que surge de esta tragedia: ¿Estaba el tiroteo relacionado con actividades de pandillas? Por ahora, las autoridades no descartan ninguna posibilidad.