Propietaria de Tesla acusada de ser nazi por carta anónima

El foco de atención se centra en Abby Berman, una residente de Glyndon Avenue, quien recibió una misiva con un mensaje contundente: “Estimado vecino, ¿podría considerar deshacerse de su Tesla? El mensaje que está enviando es: 'Yo también soy nazi'”. La carta, firmada solo como "Rebecca" y con remitente falso, ha generado indignación y preocupación.
Berman, quien adquirió su Tesla en 2019, aclara que no apoya ni a Elon Musk ni a Donald Trump. “Me indigna el estado del mundo... pero hay mejores maneras de lidiar con esto que enviar una carta muy ofensiva,” comentaron. Su situación no es aislada; al menos otro vecino recibió una carta similar.
Este incidente se inscribe en un contexto más amplio de protestas contra Elon Musk y su influencia política. Las manifestaciones frente a las instalaciones de Tesla son cada vez más frecuentes, impulsadas por la preocupación sobre sus posturas y su vinculación con el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) y los recortes propuestos en programas gubernamentales.
Sin embargo, no todos los manifestantes concuerdan con las tácticas intimidatorias. Phil Glosserman, un activista presente en una protesta reciente en Culver City, expresó: “No creo que debamos avergonzar a los dueños de Teslas. La mayoría... los compraron antes de que existiera DOGE. Si quieren deshacerse de sus autos, es cosa suya.” Su enfoque se centra en la presión económica contra Musk, “la única manera de llegar a él es a través de su bolsillo.”
Mientras tanto, se ha contactado a Tesla para obtener una respuesta sobre la situación, el anonimato del remitente de las cartas y el creciente descontento con el CEO de la compañía. La respuesta está pendiente.
El incidente destaca la complejidad de la expresión de descontento político, las diferentes formas de ejercer la protesta y las consecuencias inesperadas que pueden afectar a individuos que, en principio, son ajenos al conflicto central.