Trump propone la anexión de Canadá como el estado 51 de Estados Unidos

En el centro de la controversia se encuentra el presidente Donald Trump y una propuesta que, a primera vista, parece sacada de una novela de ficción: la anexión de Canadá como el estado número 51 de los Estados Unidos.
La peculiar declaración del presidente, realizada durante una inusual aparición pública junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dejó perplejos a muchos. “Canadá solo funciona como un estado… sería el país más increíble visualmente. Si miras un mapa, trazaron una línea artificial a través de él, entre Canadá y Estados Unidos, solo una línea artificial recta. Alguien lo hizo hace mucho tiempo, muchas, muchas décadas atrás, y no tiene sentido,” declaró Trump.
Esta afirmación, por supuesto, ignora la existencia de una frontera internacional. Sin embargo, lo que aún más desconcierta es la aparente incongruencia en su razonamiento. Trump parece entender el concepto de "línea artificial" cuando se refiere a la frontera entre Estados Unidos y México. El contraste es sorprendente. Luego, continuó diciendo: “Es tan perfecto como un gran y preciado estado. Amo [O, Canadá]. Creo que es genial. Que lo conserven, pero será para el estado, uno de nuestros mejores estados, quizás nuestro mejor estado.”
La respuesta del secretario de Comercio, Howard Lutnick, fue aún más sorprendente. En una entrevista en Fox Business Network, Lutnick secundó la propuesta del presidente, afirmando que la mejor manera de fusionar las economías de Canadá y Estados Unidos es convertir a Canadá en el estado 51. Esta postura ha sido comparada con la trama de la novela Night of Camp David, de Fletcher Knebel, donde un presidente ficticio con problemas mentales tiene una similar, aunque más ambiciosa, idea de unificar Estados Unidos, Canadá y Escandinavia.
La novela de Knebel, curiosamente, ha vuelto a tener relevancia, ya que la idea del presidente Trump parece reflejar la visión del ficticio presidente Hollenbach. “Canadá es la nación más rica del mundo,” dice Hollenbach en la novela, enumerando las riquezas minerales de Canadá como justificación para la fusión.
El intento de anexión de Canadá no es un concepto nuevo en la historia de Estados Unidos. Desde la época de la Revolución Americana hasta el siglo XIX, ha habido varios intentos, desde el Artículo XI de los Artículos de la Confederación original hasta las incursiones de los Fenianos en Canadá en el siglo XIX. Incluso, el Secretario de Estado William Seward estuvo cerca de anexionar territorio canadiense en el siglo XIX.
El contexto histórico resalta las tensiones históricas entre Estados Unidos y Canadá, y muestra como la perspectiva del presidente Trump se distancia notablemente de la realidad geopolítica actual. La reacción del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y las implicaciones económicas y diplomáticas de esta propuesta, sin embargo, siguen siendo temas relevantes, que requieren de un análisis exhaustivo para entender la gravedad de la situación.