Trump anuncia arancel del 25% a los países que compren petróleo o gas de Venezuela

El foco de atención se centra en Donald Trump y una decisión que podría tener consecuencias significativas para varias naciones. Trump, en una publicación en su red social Truth Social, ha anunciado la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de cualquier país que adquiera petróleo o gas de Venezuela. Este anuncio, realizado el lunes, entra en vigor a partir del 2 de abril.
La medida, según Trump, se justifica por la supuesta “hostilidad” del gobierno de Nicolás Maduro hacia Estados Unidos, y la acusación de que Caracas envía a criminales, incluyendo al grupo designado como organización terrorista, "el Tren de Aragua", al territorio estadounidense. “Venezuela ha sido muy hostil hacia Estados Unidos y las libertades que defendemos,” afirmó Trump.
Este anuncio llega en un contexto de intensificación de esfuerzos por parte del gobierno estadounidense para deportar a inmigrantes venezolanos acusados de pertenecer a esta banda criminal. De hecho, el anuncio de Trump funciona como notificación oficial a las agencias pertinentes, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional, un día después de la reanudación de los vuelos de deportación hacia Venezuela.
Según informes de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, la medida afectaría principalmente a China, principal comprador de crudo venezolano en 2023 (68% de las exportaciones). También se verían afectados países como Estados Unidos (segundo mayor comprador), España, Rusia, Singapur y Vietnam.
Sin embargo, la viabilidad de la medida es cuestionada por expertos. Francisco Rodríguez, experto en petróleo venezolano de la Universidad de Denver, califica la decisión como "profundamente problemática" y "que rompe con la lógica". Rodríguez argumenta que la medida es un intento de reemplazar las sanciones con aranceles, pero que estos últimos no se ajustan al modelo de sanciones estadounidenses, dirigidas a entidades específicas, no a países.
El experto destaca el caso de Repsol, empresa privada española que importa petróleo de Venezuela, y cuya actuación no está bajo control del gobierno español. Rodríguez considera que la aplicación de esta política sería extremadamente compleja, requiriendo la aprobación de leyes restrictivas en múltiples países.
El anuncio de Trump llega tras un periodo de fuertes sanciones económicas impuestas por el gobierno estadounidense contra el sector petrolero venezolano, estratégico para la economía del país, y después de que la petrolera estadounidense Chevron obtuviera una extensión hasta el 27 de mayo para sus operaciones en Venezuela.
Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se mantienen altas, marcadas por una compleja red de sanciones, deportaciones y políticas migratorias que continúan dando forma a la relación entre ambos países, y con implicaciones de gran alcance para la economía global.