Detención de inmigrante por infracción menor genera indignación

Ximena Arias-Cristobal, una estudiante de 19 años del Dalton State College y ex atleta destacada en la preparatoria, se vio envuelta en una situación inesperada. Nacida en México y residente en Georgia desde los 4 años, su vida dio un giro radical tras una infracción de tránsito.
El pasado 5 de mayo, Ximena fue detenida en Dalton por una infracción menor: girar a la derecha en rojo a pesar de la señalización. La falta de una licencia de conducir válida se sumó a la infracción, desencadenando una serie de eventos que la llevarían a un destino impensado. La participación del condado de Whitfield en el programa "Jail Enforcement Model" con ICE jugó un papel crucial. Su estatus migratorio, al ser indocumentada - al igual que sus padres -, fue detectado durante el proceso de registro.
El destino: el Centro de Detención Stewart, el mismo centro donde su padre, José Francisco Arias-Tovar, se encontraba detenido desde hacía dos semanas. La ironía: él había sido arrestado por exceso de velocidad. La familia, establecida en la región desde 2010, se enfrenta ahora a la posibilidad de ser separada y deportada.
La situación de Ximena, que no era elegible para el programa DACA al no aceptar nuevas solicitudes, ha conmovido a la comunidad. Su caso no es solo el de una joven detenida por una infracción menor; es un ejemplo de las implicaciones del programa "Jail Enforcement Model" y el impacto en familias inmigrantes.
La respuesta ha sido inmediata: una campaña de recaudación de fondos ha logrado reunir más de $20,000 para cubrir los costos legales. La representante estatal de Georgia, Kacey Carpenter, ha expresado su preocupación por el uso de infracciones menores para justificar la detención de inmigrantes que no han cometido delitos, manifestando su apoyo con una carta escrita a nombre de Ximena. “Es preocupante el uso de infracciones menores para justificar la detención de inmigrantes no criminales,” comentó la representante Carpenter.
Mientras Ximena espera más de un mes para comparecer ante un juez de inmigración, su futuro y el de su familia permanecen inciertos, dejando una profunda interrogante sobre el sistema migratorio y su impacto en las comunidades inmigrantes de Estados Unidos.