Israel ataca Irán: escalada militar, tensiones históricas y consecuencias globales

El reciente ataque aéreo de Israel contra Irán, ocurrido el viernes 13 de junio, ha generado una ola de reacciones internacionales. Según el gobierno israelí, el objetivo fue la destrucción de instalaciones militares y nucleares iraníes, incluyendo la eliminación de "nueve científicos y expertos de alto nivel". Esta acción, según su versión oficial, buscaba afectar la capacidad de Irán para desarrollar armas de destrucción masiva. Pero la situación es mucho más intrincada que una simple declaración oficial.
Para entender el contexto, debemos retroceder al año 1948 y la creación del Estado de Israel. Este evento, fruto del sionismo y respaldado por potencias como Reino Unido y Estados Unidos, provocó la Nakba, la expulsión de cientos de miles de palestinos. Irán, desde un principio, se mostró contrario a este plan, abogando por una solución de un solo Estado federal que garantizara los derechos de todos.
La dinámica entre Israel e Irán tomó un giro crucial en 1953 con un golpe de estado auspiciado por Estados Unidos y Reino Unido, que llevó al poder al shah Mohammad Reza Pahlavi. Durante su reinado, Irán se alió con el bloque occidental, beneficiando a Israel con el acceso a petróleo iraní, generando una deuda que, hasta la fecha, permanece sin reconocer ni saldar.
La Revolución Islámica de 1979, liderada por el ayatolá Jomeini, marcó un punto de inflexión. Irán rompió lazos con Estados Unidos y adoptó una política de confrontación abierta con Israel, iniciando una enemistad que persiste hasta el día de hoy.
El programa nuclear de ambos países es un factor clave. Israel, con un programa avanzado desde los años 70 y una política de "ambigüedad estratégica", posee un arsenal nuclear reconocido internacionalmente desde la filtración de información por Mordejái Vanunu en 1986. Por su parte, Irán ha sido objeto de controversia internacional por su programa nuclear, a pesar de no poseer, aparentemente, armamento nuclear.
Este ataque no es el primero. Israel ya ha atacado directamente a Irán en al menos dos ocasiones en 2024: el bombardeo del consulado iraní en Siria el 1 de abril y el bombardeo de la residencia de Ismail Haniyeh el 31 de julio. Las motivaciones detrás de este último ataque, además de las oficiales, incluyen la consolidación política del primer ministro Benjamin Netanyahu, el apaciguamiento de políticos extremistas como Bezalel Smotrich e Itmar Ben Gvir, y el sabotaje de las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní. Paralelamente, la atención mediática se ha desviado de la situación crítica en Gaza, que sufre un bloqueo total de telecomunicaciones y un agravamiento de la crisis humanitaria. Según Omer Bartov, historiador israelí, las masacres allí son "sin precedentes en el siglo XXI".
El complejo entramado de intereses y eventos históricos dibuja un panorama delicado y lleno de incertidumbre, donde las acciones de uno generan reacciones en cadena con consecuencias aún impredecibles para la región.