Ataques aéreos israelíes en Damasco dejan 13 heridos y tensión en Siria

"Escuchamos los aviones pasar bajo y luego las explosiones. Todo tembló", relató un residente de Damasco que prefirió mantener su identidad en reserva. Columnas de humo negro se elevaron sobre la ciudad, mientras las fuerzas israelíes justificaron los ataques como una medida para proteger a la comunidad drusa en el sur de Siria, donde enfrentamientos entre milicias locales, tribus beduinas y fuerzas gubernamentales han dejado cientos de muertos en los últimos días.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, fue contundente: "Continuaremos operando en Sweida para destruir a las fuerzas que atacan a los drusos hasta que se retiren por completo". Sin embargo, la escalada militar ocurre en un momento delicado: el gobierno interino de Ahmed al-Sharaa, aunque criticado por Israel por su cercanía con grupos islamistas, había mostrado señales de apertura en temas de seguridad con Tel Aviv y Washington.
Mientras la artillería sigue retumbando en el sur, las imágenes de Damasco muestran edificios gubernamentales semidestruidos. El conflicto, que parecía encaminarse hacia cierta estabilidad, vuelve a mostrar su rostro más crudo: minorías atrapadas en medio de disputas de poder, promesas de protección incumplidas y una comunidad internacional que mira con preocupación, pero sin acciones concretas.