EE.UU. y China al borde de una crisis comercial por tierras raras

En declaraciones exclusivas a Fox Business Network, Donald Trump admitió lo que muchos analistas venían advirtiendo: "No es sostenible, pero esa es la cifra. Me obligaron a hacerlo", dijo el presidente en referencia a los aranceles del 100% que amenazó con imponer a productos chinos a partir de noviembre.
El detonante de esta nueva fase en el conflicto fue la decisión de China de ampliar los controles sobre la exportación de tierras raras, materiales esenciales para:
El panorama se complica cuando se analizan los tiempos: la tregua arancelaria actual vence en noviembre, justo cuando Trump y Xi Jinping podrían reunirse en Corea del Sur. Curiosamente, el mismo mandatario que hace días hablaba de "guerra comercial" ahora expresa admiración por su homólogo chino.
Entre bambalinas, el secretario del Tesoro Scott Bessent habría propuesto extender la pausa arancelaria por más de tres meses, siempre que China flexibilice sus controles. Sin embargo, el representante comercial Jamieson Greer dejó claro que "mucho depende de lo que hagan los chinos", sugiriendo que Washington no cederá ante lo que percibe como un intento de controlar las cadenas de suministro globales.
Lo que queda claro es que noviembre marcará un punto de inflexión. Con el 70% de las importaciones estadounidenses de tierras raras provenientes de China, según el Servicio Geológico de EE.UU., ambas potencias juegan una partida donde los recursos naturales se convierten en piezas de ajedrez geopolítico.