Viruela Símica en CDMX: ¿Qué tan preocupante es la situación?

Durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Congreso de la Ciudad de México, como parte de la Glosa del Sexto Informe de Gobierno, López Arellano destacó que en 2022, año en que la viruela símica (Mpox) fue declarada como un padecimiento a vigilar a nivel mundial, se analizaron 2 mil 472 casos en la capital, de los cuales mil 820 fueron positivos. En los últimos dos años, la cantidad de posibles casos ha disminuido considerablemente: en 2023 se estudiaron 247 casos, de los cuales se confirmaron 77; mientras que en lo que va de 2024 se han estudiado 113 casos, con 37 positivos.

La secretaria de Salud enfatizó que se ha realizado una "búsqueda intensiva" de casos en colaboración con las clínicas Condesa. También mencionó que la enfermedad es más frecuente entre hombres que tienen sexo con otros hombres o personas que practican "prácticas sexuales de riesgo".

"Es una enfermedad que se transmite por contacto estrecho (…), puede no ser por contacto sexual, pero tiene que ser contacto muy estrecho, y es una enfermedad, como es vírica, hay que monitorear y esperar a que cedan los síntomas", indicó la funcionaria.

López Arellano insistió en que la viruela símica está siendo vigilada y que no se ha dado un "rebrote" en la ciudad. Durante su comparecencia, la titular de la Sedesa también fue cuestionada por la bancada del PAN sobre la escasez de medicamentos en la Ciudad de México. La funcionaria aseguró que no hay tal escasez y que el abasto está por arriba del 90 por ciento en los centros de salud.

"De los 160 medicamentos de batalla estamos en un 93 por ciento de abasto", dijo López Arellano.

En cuanto al estado de avance en la fusión de la red de Salud de la Ciudad, la secretaria aseguró que el IMSS-Bienestar tiene hoy capacidad para atender a 4 millones 200 mil capitalinos que no cuentan con seguridad social.

La funcionaria reconoció que la credencialización de los 4.2 millones de beneficiarios no va como se quisiera, pero aseguró que no se deja de atender gratuitamente a las personas que acuden a una clínica, incluidos los migrantes, sin necesidad de que lleven algún documento.