Estos eventos, que han sido registrados desde 1928, no están relacionados con el nacimiento de un nuevo volcán en la Sierra de Chichinauhtzin, como algunos han especulado.
El Instituto de Geofísica de la UNAM ha aclarado que los microsismos son un fenómeno que se ha presentado durante décadas, originado por una falla geológica conocida como Plateros-Mixcoac. Esta falla se extiende desde el poniente de la Avenida Anillo Periférico hasta cerca de la Avenida Revolución y ha sido responsable de diversos daños en zonas como Mixcoac, donde se han reportado fracturas en edificios y calles.
Aunque la Ciudad de México ha experimentado más de diez microsismos en los últimos días, con un máximo de 2.4 de magnitud, no se han registrado heridos y las autoridades han activado protocolos de seguridad para minimizar el impacto en la población.
En cuanto al posible volcán, los expertos aseguran que, si bien la Sierra de Chichinauhtzin es una zona activa, el proceso de formación de un nuevo cráter podría tardar entre 800 y 1,200 años, lo que significa que, aunque el fenómeno es plausible a largo plazo, no representa un riesgo inmediato para la población actual.
Las autoridades, junto con la UNAM y el Servicio Sismológico Nacional, mantienen un monitoreo constante para garantizar la seguridad de los habitantes de la Ciudad de México y comprender mejor la naturaleza de estos eventos geológicos, permitiendo así tomar medidas preventivas y afrontar con mayor seguridad cualquier eventualidad.