La furia del huracán 'John' ha dejado una estela de destrucción, sumándose al dolor ya existente por las consecuencias del huracán 'Oti'. Las calles, aún inundadas, se han convertido en un escenario de resiliencia. Vecinos, con el rostro marcado por la fatiga, se apresuran a regresar a sus hogares para rescatar lo que puedan. La imagen es desoladora: casas inundadas, autos convertidos en barcos y el aeropuerto sin posibilidad de operar.
La ayuda llega de manera paulatina, con el Ejército abriendo paso entre las calles inundadas para brindar asistencia a los damnificados. La Guardia Nacional, con un despliegue de vigilancia constante, custodia las calles para evitar saqueos y garantizar la seguridad.
En medio del caos y la incertidumbre, la comunidad de Acapulco se aferra a la esperanza. La solidaridad se respira en cada rincón, con vecinos ayudándose mutuamente a reconstruir sus vidas. La lucha es titánica, pero la esperanza se mantiene viva, esperando que la lluvia ceda y que la reconstrucción comience.
La tragedia se ha cobrado la vida de dieciocho personas, un saldo lamentable que recuerda la fuerza devastadora de la naturaleza. Las autoridades trabajan para determinar el alcance de los daños materiales, una tarea titánica que apenas comienza.