En ella, Xóchitl Gálvez le desea a Claudia Sheinbaum buena suerte en su nuevo cargo, pero también lanza críticas sobre la forma en que llegó al poder.
Gálvez reconoce que Sheinbaum se convierte en la primera mujer presidenta en la historia de México y le desea un mandato exitoso, asegurando que esto beneficiará a todos los mexicanos. Sin embargo, también pide que su gobierno se aleje de lo que denomina "la elección de Estado" que precedió su mandato, instando a una administración basada en la verdad y la transparencia.
Las críticas a la gestión del ex presidente Andrés Manuel López Obrador son claras en el mensaje de Gálvez. Ella enfatiza que las obras realizadas durante el nuevo sexenio deben enfocarse en el desarrollo y no en el pago de favores políticos. Esto incluye asegurarse de que los contratos se otorguen a empresas competitivas y no a aquellas vinculadas a familiares o amigos de los poderosos.
Gálvez también hace un llamado a la sostenibilidad, sugiriendo que el gobierno de Sheinbaum debería estar comprometido con el uso de energías limpias y el bienestar de los trabajadores de la salud. Pide que los hospitales públicos cuenten con personal adecuado y que haya un suministro constante de medicinas, enfatizando la necesidad de abordar las quejas de los ciudadanos con seriedad.
La ex candidata se dirige también a las problemáticas sociales del país, solicitando que Sheinbaum escuche a las madres de los desaparecidos y a las víctimas de la violencia. Esto muestra su deseo de que el nuevo gobierno sea inclusivo y comprenda las realidades difíciles que enfrenta México.
Gálvez concluye su carta con un mensaje de esperanza, instando a Sheinbaum a no repetir los errores de sus predecesores y a gobernar para todos los mexicanos. Le recuerda que tiene la oportunidad de dejar un legado de serenidad e independencia, y que su éxito dependerá de su capacidad para unificar y escuchar a todas las voces del país.