Al menos seis migrantes murieron y diez más resultaron heridos tras un enfrentamiento con personal militar. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha confirmado que dos militares están bajo investigación por su participación en el tiroteo.
Los migrantes afectados provenían de diversas nacionalidades, incluyendo egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe. La Sedena ha explicado que sus efectivos confundieron a los migrantes con presuntos delincuentes. El personal militar detectó un vehículo tipo 'pick-up' que se movía a alta velocidad y, al ver la presencia militar, intentó evadir el control.
La Sedena ha afirmado que sus efectivos escucharon detonaciones y, en respuesta, dos de ellos dispararon. Esta reacción pone de manifiesto la importancia de la capacitación y los protocolos que rigen la conducta de las fuerzas armadas en situaciones de alta tensión.
Tras el incidente, los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, donde dos de ellos fallecieron. Las 17 personas restantes que resultaron ilesas fueron puestas bajo la custodia del Instituto Nacional de Migración.
Como consecuencia de los hechos, los dos militares involucrados han sido separados de sus funciones y se enfrentan a una investigación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR). Además, la Fiscalía General de Justicia Militar llevará a cabo sus propias indagaciones sobre la disciplina militar. La Sedena ha enfatizado su compromiso de actuar conforme al estado de derecho y ha establecido una coordinación con la Cancillería para mantener comunicación con las embajadas de los países involucrados.