El Congreso local aprobó una iniciativa que busca sancionar con severidad la venta de bebidas alcohólicas en la vía pública sin los permisos necesarios. Esta medida, impulsada por el jefe de Gobierno, Martí Batres, busca regularizar la actividad y evitar la proliferación de estos establecimientos informales.
La ley contempla la adición de una nueva fracción a la Ley de Cultura Cívica y modifica el Código Penal. Estas modificaciones buscan endurecer las sanciones para quienes operen "chelerías" clandestinas y para aquellos que retiren los sellos de suspensión o clausura.
- Aumento de la pena: Las nuevas sanciones incluyen penas de prisión de seis a 12 años, multas de mil a cinco mil días y la posibilidad de suspensión de actividades.
- Responsabilidad del propietario: La ley responsabiliza directamente al propietario del establecimiento, incluso si este no participa activamente en la venta de bebidas alcohólicas.
- Medidas cautelares: Se implementarán medidas cautelares como la colocación de sellos para suspender las actividades de los negocios irregulares.
La ley establece multas económicas, arresto o trabajo comunitario para quienes vendan bebidas alcohólicas en la vía pública sin autorización. Sin embargo, se exceptúan las ventas que se realizan en ferias, romerías o festividades con permisos oficiales.
Las modificaciones al Código Penal local también establecen que el delito de retirar o violar sellos de clausura o suspensión se considera ahora un delito grave. Esto significa que la sanción por violar la ley se endurece considerablemente, incluyendo la posibilidad de penas de prisión.
La nueva ley busca regularizar la venta de bebidas alcohólicas en la Ciudad de México y crear un ambiente más seguro para la población. Las modificaciones legales y las sanciones más severas representan un cambio importante en el panorama legal para quienes operan negocios sin los permisos necesarios.