Esta medida, aprobada por los legisladores de la capital, prohíbe a los propietarios alquilar sus propiedades por más del 50% del año a través de aplicaciones de hospedaje.
La reforma busca proteger a los residentes y mantener la accesibilidad en el mercado inmobiliario. El Congreso de la Ciudad de México argumenta que la medida equilibra el mercado de alojamiento turístico y evita que los barrios se conviertan en áreas exclusivamente dedicadas a los turistas. "Estas restricciones son necesarias para equilibrar el mercado de alojamiento turístico y evitar que el carácter de los barrios se transforme en áreas exclusivamente dedicadas a los turistas, lo que podría afectar la vida cotidiana de los capitalinos", explica César Guijosa, del partido Morena.
La creciente presencia de nómadas digitales, muchos provenientes de Estados Unidos, ha incrementado las quejas de los residentes. Estos trabajadores remotos se sienten atraídos por la Ciudad de México debido a su bajo costo de vida comparado con las ciudades estadounidenses, lo que ha generado un aumento en la demanda de alojamientos temporales. Esta afluencia ha contribuido a la presión sobre los precios de la vivienda y a la percepción de gentrificación en varias zonas de la ciudad.
La reforma también prohíbe que las viviendas sociales construidas por el Gobierno se alquilen a turistas en plataformas digitales. "Esta medida busca proteger el acceso a la vivienda para los sectores más vulnerables de la población y garantizar que estos espacios sean utilizados para su propósito original", explica el Congreso de la Ciudad de México.
No obstante, la reforma no ha estado exenta de controversia. Los legisladores de la oposición critican las nuevas restricciones, argumentando que atentan contra la libertad individual y los derechos de los propietarios de decidir cómo utilizar sus propiedades. Esta disputa resalta el delicado equilibrio entre el desarrollo urbano, la accesibilidad a la vivienda y la preservación de la identidad local en una ciudad en constante transformación.