Los oficiales, que realizaban un recorrido de seguridad, fueron agredidos física y verbalmente por los individuos, los cuales eran presuntos repartidores de comida, quienes al notar la presencia de las autoridades, comenzaron a mostrar una actitud agresiva.
La información oficial señala que los presuntos agresores se encontraban fumando droga en la vía pública, lo que generó la intervención de los policías. Sin embargo, según versiones de testigos, los oficiales llegaron al lugar tras recibir una denuncia por un posible robo en la zona. La situación escaló rápidamente, resultando en daños a las patrullas de los policías.
Ante la escalada de violencia, los oficiales solicitaron refuerzos para controlar la situación. Finalmente, se logró la detención de dos hombres, de 21 y 30 años, y una mujer de 37 años. Los presuntos agresores fueron trasladados ante un agente del Ministerio Público para determinar su situación jurídica.
La agresión física a los policías, sumada a los daños a las patrullas, podría resultar en cargos adicionales a los ya mencionados. El Código Penal Federal contempla una pena de cinco a diez años de prisión y una multa de 100 a 5 mil pesos para quienes cometen daños a propiedad o infraestructura pública.
Gracias a la descripción proporcionada por la víctima, los policías lograron detener al presunto agresor y le aseguraron dinero en efectivo, que el denunciante reconoció como lo que le había sido robado. El detenido cuenta con antecedentes delictivos, incluyendo cinco ingresos al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México por diversos delitos como robo y posesión de drogas.