La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reveló en la conferencia matutina del 11 de octubre de 2024 una serie de irregularidades y daños ambientales atribuidos a la empresa, lo que ha generado indignación y preocupación en la sociedad.
Las acusaciones contra Calica son contundentes:
* Falta de permisos: A pesar de que Calica aseguró contar con todos los permisos necesarios, se ha comprobado que esta información era falsa.
* Sobreexplotación: La empresa excedió los límites establecidos en los permisos obtenidos en 1986 y 2000, superando las 140 hectáreas y 12 metros de profundidad permitidos.
* Daños al manto freático: La extracción desmedida afectó el manto freático y provocó la destrucción de al menos tres de los 17 cenotes de la zona.
* Incumplimiento de permisos de agua: Calica afirmó contar con concesiones de agua, pero solo poseía una, que nunca actualizó, y la utilizó para extraer agua por debajo del manto freático.
* Información falsa: La empresa reportó a las autoridades financieras de Estados Unidos el doble de reservas de material pétreo que reportó en México para evadir impuestos.
* Daños al sistema hidrológico: La Profepa confirmó que el impacto al sistema hidrológico subterráneo fue 20 veces mayor al volumen autorizado.
* Contaminación: El uso de dinamita y materiales pesados durante la extracción ha provocado contaminación industrial en la zona.
El presidente López Obrador, con el objetivo de proteger el ecosistema de la Riviera Maya, decretó el 23 de septiembre de 2024 un área de protección de flora y fauna en la zona, lo que preservó 50,000 hectáreas y creó una conexión con un área de protección del mono araña. Se está trabajando en la restauración de las 2000 hectáreas dañadas por la empresa.
La situación de Calica y el impacto ambiental en Playa del Carmen y Cozumel es un recordatorio de la importancia de la protección ambiental y la responsabilidad de las empresas en sus actividades.