Subir y bajar por las escaleras eléctricas es un ritual que se repite día con día, pero a veces, este recorrido tan familiar se convierte en un recordatorio de los riesgos que se esconden en la infraestructura de la ciudad.
Recientemente, la estación Culhuacán de la Línea 12 del Metro vivió un susto. Clavos metálicos fueron encontrados entre los peldaños de una escalera eléctrica, obligando a su cierre. El Metro, ante este hallazgo, hizo un llamado a los usuarios a utilizar las escaleras eléctricas de forma responsable. La importancia de estas instalaciones no es solo para facilitar el desplazamiento, sino que son cruciales para las personas con movilidad limitada. El mal uso de las escaleras puede llevar a su descompostura y afectar a todos.
A pesar del incidente, la red del Metro cuenta con 467 escaleras eléctricas, de las cuales 450 están en funcionamiento, un 97% de disponibilidad. Esto se debe a un plan de modernización que inició a finales de 2020 y que ha incluido la instalación de 64 nuevas escaleras eléctricas, reemplazando equipos con más de 30 años de servicio. Esta iniciativa, que ha significado una inversión de 423 millones de pesos, busca garantizar un transporte más seguro y eficiente para todos los usuarios.
La modernización del sistema no se detiene. A principios de este mes, se inauguraron tres nuevas escaleras eléctricas en la estación Barranca del Muerto, como parte de la renovación de 18 equipos adquiridos en esta etapa del programa.
El incidente en Culhuacán es un recordatorio de que la seguridad es un asunto que involucra a todos: usuarios y autoridades. La modernización del Metro es un paso importante, pero aún queda mucho por hacer para garantizar un viaje seguro y confiable para todos.